Título: Pudor
Autor: Santiago Roncagliolo
Páginas: 184
Publicación: 19/01/2005
Precio: 13,85 €
ISBN: 97884204673061 |
La acción, que se desarrolla en la actualidad de la ciudad de Lima, tiene una duración de unos cuatro o cinco días: comienza con la muerte de la abuela en el hospital y finaliza con el desvelamiento del tremendo olor que salía de un piso del edificio donde habita la familia.
El narrador es un narrador externo y omnisciente que por conocer conoce hasta lo que piensa el gato. El autor distribuye el contenido en secuencias narrativas para lograr transmitir la sensación de simultaneidad temporal en que los personajes realizan sus acciones. Las secuencias llevan siempre el mismo orden: Sergio, Lucy, Alfredo, Mariana, Papapa, gato Rocky.
Los personajes. Todos ellos, de una u otra forma, se hallan concernidos por el Pudor que da título al relato, bien sea en el primer sentido del término (“honestidad, modestia, recato”) como le sucede a Lucy, Mariana, Alfredo, y de manera pasiva a Sergio; bien sea en la acepción que figura como en desuso en la entrada de la palabra que el autor coloca en el frontispicio del relato (“mal olor, hedor”) y que aquí le sucede al gato, en cierto modo a Papapa y desde luego al Sr. Braun.
“Pudor” es claramente una novela de personajes. Los protagonistas son
los miembros de esta familia normal que sobrelleva una existencia normal en la que cada uno arrostra una situación normal para su momento de edad:
Sergio. Representa la niñez en estado puro: inocencia, fantasía desbordante, tentación para alguno, ser sobre el que Alfredo y Lucy vierten a chorros su amor de padres, etc.
Lucy. Es la típica mujer que se percibe a sí misma algo desubicada pues sus hijos ya no la necesitan tanto (Mariana, como es lógico en un adolescente, la rechaza en ocasiones) y con Alfredo, su marido, se encuentra en un momento de rutina que les lleva casi a la incomunicación. Ella intenta evadirse de esta penosa situación mediante esos mensajes que recibe y que revelan un claro desorden mental.
Alfredo. Para mí es el personaje más creíble. El mazazo que le ha propiciado conocer su próximo final le lleva a reacciones poco usuales en él: vuelve a fumar y a beber, es incapaz de transmitir su problemática a Lucy y a Gloria… Está perdido…, pero yo creo que es muy verosímil su comportamiento
Mariana. La típica adolescente insegura que no sabe qué es ni cómo definirse. No sabe todavía que vive en un mundo de mentira; por eso se entrega al estúpido de Javier porque cree a Katy cuando le dice que ella sí lo ha hecho.
Papapa. Se siente perdido desde la desaparición de la abuela; tiene alzheimer o senilidad. Su comportamiento en la Residencia de ancianos me parece poco verosímil.
El gato. Desde su soberbia indiferencia observa a la familia y defiende su integridad escapando una mañana de la castración a la que Lucy le conducía. Huye de la familia, pero luego con la ayuda de Mariana regresa a la jaula dorada en la que vive. Quizás él sea la metáfora de todos nosotros que nos quejamos de nuestra confortable situación , hacemos amago de escapar de ella, pero al fin y a la postre retornamos a la comodidad de la rutinaria servidumbre.
El resto de personajes son secundarios y sirven de complemento para entender a los anteriores; así Mari Pili sirve para entender mejor a Alfredo al tiempo que le sirve al autor para dirigir una mirada crítica hacia el consumismo de medicina estética practicado fundamentalmente por algunas mujeres; la hija de ésta, Katy, sirve para presentarnos mejor la indefinición sexual propia de la pubertad de Mariana; el Sr. Braun es una sombra que pulula por la narración y que acecha a los inocentes de la misma, o sea, a los niños; Gloria, la secretaria de Alfredo, sirve para presentar más a las claras la patética situación en que Alfredo se halla inmerso a su pesar; la Doris que Papapa lleva dentro de su perdida cabeza y que le hace cometer ese acto de insurrección frente a todos para estar junto a ella en la Residencia de Mayores donde está internada; Jasmín, la hermana de Katy y amiga enfadosa de Sergio, sirve para presentarnos el mundo contradictorio de los niños que como el perro del hortelano no hacen pero tampoco dejan hacer, y cuyo comportamiento visto desde una mirada adulta nos parece encantador.
Los temas.
Sexo. Santiago Roncagliolo ha escrito una narración en la que toca muchos asuntos, pero sin lugar a dudas el que está en el centro vital de la mayoría de las personas de esta familia es el sexo. Un sexo no amable, sino feo aunque motivador (los anónimos pornográficos que recibe Lucy), que se hace de manera desagradable (Mariana), se busca por desviación (Sr. Braun) o desorientación (Alfredo con Gloria); hasta llegar al no-sexo de Sergio y Jasmín, o incluso del abuelo y Doris que sin aflorar subyace en el fondo de las reacciones de estos personajes.
Muerte. En nuestra sociedad parece que no tiene cabida. Alfredo no puede comunicar su proximidad a los demás porque vivimos ignorándola y parece de mal gusto hacerla patente. Sin embargo desde el inicio de la novela la Muerte preside la historia: la abuela muere, Alfredo ya tiene fecha y el olor nauseabundo que sale del 4º B, y que hace pensar en fantasmas a Sergio y Jasmín, se resolverá también en muerte. Pero como al final del relato le sucede a Rocky, el gato, se darán cuenta de que “no es bueno creer en ellos”
Consumismo. Roncagliolo presenta a Mari Pili y a Lucy como consumidoras compulsivas. Lucy se pone cosméticos de marcas caras que el autor destaca en el relato; Mari Pili le pide a Alfredo que le toque bien el culo porque su arreglo le ha costado una pasta. Es la sociedad material que nos ha tocado vivir y que todo lo cifra en lo que se ve, una sociedad poco espiritual, desde luego.
La familia. Importantísimo este asunto. En mi opinión Santiago la salva pues pese a que como individuos que somos hemos de vivir en soledad nuestra vida y superar las dificultades que ella presenta, el apoyo familiar es fundamental. Así Lucy apoya a su padre que se ve como un trasto, Alfredo quiere salvar su matrimonio (algo peliculera me parece esta frase cuando se la dice a su secretaria Gloria), Mariana se va a encontrar a sí misma gracias a su familia, y hasta el gato quiere estar ahí.
El azar. Creo que es importante en la narración igual que lo es en nuestra vida. Así Sergio o Mariana se libran de las garras del pedófilo por puro azar, como tantas veces sucede en la realidad con otras cosas.
Otros aspectos destacables de Pudor:
Ritmo cinematográfico. Destacaría la agilidad del relato que lo acerca al ritmo del guión de cine, tipo de escrito que el autor domina. Por ello no resulta nada extraño que la novela conociera versión cinematográfica en 2007, film que no he visto y del que no puedo dar opinión.
Levísima alusión crítica a la realidad histórica reciente del Perú. La he querido ver en la caracterización de la viuda Doris, la mujer que atrae la atención de Papapa, de quien se dice en el relato que “Vivía de la cómoda pensión de un militar que había participado en cuatro golpes de Estado y dos guerras para acabar muriendo en la bañera”
Humor. La narración está entreverada de momentos de humor que sobre todo recaen en la pareja infantil de Jasmin y Sergio, y en el gato Rocky que salió escaldado de su aventura sexual con una gatita que le destrozó el rostro. Con todo a veces los comportamientos de estos dos niños, sobre todo de Jasmín, me han parecido fuera de lugar, algo inverosímiles.
Algunos términos. El origen peruano de Santiago Roncagliolo queda patente en muchas expresiones y/o términos utilizados en la novela: chucha, cachar, jugo de guanábana, Invitar un café, y otros por el estilo.
Conclusión Final:
Novela sencilla, fácil de leer, cotidiana, que no busca abstrusas profundidades filosóficas sino que sólo pretende entretener mostrando una imagen cierta de nuestra realidad habitual. Nada más y nada menos.
Reseña +Juan Carlos Galan
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu participación y punto de vista es lo que hace a este club crecer y edificarnos a todos como lectores.
Aquí aprendemos a leer, en un periodo en el que todo el mundo escribe y habla por los codos, nosotros leemos y escuchamos.