Contra la crisis, más barrio
Son muchos los seguidores de la obra de Almudena
Grandes (Madrid, 1960), que esperaban ansiosos una nueva entrega de los Episodios de una guerra interminable, y
que se han llevado un sorpresa con la publicación de Los besos en el pan, una historia de rabiosa actualidad, con un
atractivo título, que hace referencia a los años del hambre en la posguerra.
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Estos vecinos, por
supuesto, enterados de la situación económica que atravesaba el mundo
occidental, y en particular su país, no fueron, sin embargo, conscientes de que
ellos también podían verse agredidos en su día a día por la crisis. Será por el
temperamento optimista y por un cierto grado de indolencia del español, el caso
es que no fueron capaces de intuir que en un futuro cercano, podían verse afectados.
La culpable de tantas apreturas es
la casa con jardín que se compraron en la costa hace tres años, cuando la
crisis parecía un anuncio de una película de catástrofes y el director de la
sucursal bancaria les ofrecía una hipoteca sin límites, os doy un poco más para
la obra, ponemos otro poco más para los muebles, ¿y el seguro?, ¿y la alarma?,
¿y una piscina no vais a hacer? Pero les hacía tanta ilusión…
Una vez disfrutadas
las vacaciones estivales, a primeros de septiembre, el barrio recupera su actividad
habitual; sin embargo, varios de sus vecinos reciben noticias
intranquilizadoras, noticias de posibles cierres patronales, de posibles
reestructuraciones, de posibles eres o de posibles bajadas de sueldo, noticias
que generan preocupaciones, y entonces sí, entonces empiezan a ser conscientes del
impacto que la crisis puede ocasionarles.
El barrio, como
centro neurálgico de vivencias y actividades, también se ve afectado; en mayor
o menor medida, sus vecinos se sienten agredidos por
la nueva situación económica, por una crisis que no entiende de capas sociales, pero que atañe a las familias del barrio, a tres generaciones de españoles que se ven acuciados por la triste realidad social, de la que no son culpables, pero sí víctimas.
la nueva situación económica, por una crisis que no entiende de capas sociales, pero que atañe a las familias del barrio, a tres generaciones de españoles que se ven acuciados por la triste realidad social, de la que no son culpables, pero sí víctimas.
La autora
madrileña, narra las circunstancias que padecen varios vecinos, de forma bastante
sencilla, en capítulos muy cortos, que sirven para dar voz a una serie de personajes
implicados en coyunturas por todos conocidas: inmigración, explotación laboral,
recortes, despidos, ERES en empresas públicas, colas en el INEM, bajadas de
sueldos, licenciados trabajando en puestos poco reconocidos, fondos buitres,
abogados defendiendo a personas sin recursos y a asociaciones de vecinos,
corrupción, necesidad de regresar al pueblo por falta de oportunidades en la
ciudad, hipotecas draconianas difíciles de amortizar, desahucios, alquileres
sociales, parados de larga duración, jóvenes que abandonaron los estudios para
trabajar en la construcción y ahora son parados que no saben ni multiplicar,
muestras de solidaridad, más recortes y más despidos, cierres de centros de
salud, concentraciones en defensa de la sanidad pública, cargas policiales,
contrabando, voluntariado, comedores sociales, emigración forzosa de jóvenes
cualificados por falta de trabajo, etcétera, etcétera.
Almudena Grandes. |
Como en otras novelas de Almudena Grandes, las vidas de
estos personajes se cruzan, originando todo tipo de conflictos, tanto
personales, como sociales y laborales. Aparecen nuevos amores, deseos,
secretos, noches de amor espectaculares, cenas y fiestas familiares, violencia
de género, depresión, alcoholismo, enfermedades, suicidio, desamor, desencanto, cambios de identidad de género, jóvenes sin recursos
que se refugian en mezquitas y en páginas de Internet que reclutan voluntarios
para viajar a Siria, y otras miserias, y otras venturas, porque también se
puede, y se debe siempre, intentar ser feliz.
- Me llamo Adriana.
- Adriana…
- Si, anoche
no me lo preguntaste.
- Anoche no
me importaba.
- ¿Y ahora
te importa?
- Sí, ahora me importa
Con estas premisas,
Almudena Grandes ha escrito una novela coral, una novela en la que los
protagonistas son el barrio y la crisis. Los personajes quedan en segundo
plano, aunque hay que reconocer que algunos de ellos resultan atractivos para
el lector: la Amalia de la peluquería, que a pesar de las dificultades del
negocio, no duda en ayudar al vecino que lo necesite, el Pascual del bar, que
además de asimilar nuevos secretos familiares, tampoco duda en colaborar, la
doctora Diana Salgado, preocupada por el cierre del centro de salud y por su
familia, Pepe, su marido, que a sus problemas laborales, se añade un asunto de
salud, o su cuñada Sofía, que desengañada con su ex-pareja, busca una nueva
oportunidad, y tiene tiempo para crear un comedor social para que los niños sin
recursos de su colegio, tengan la alimentación digna, que les niega la
administración pública con los recortes.
Y cómo olvidarse de
los abuelos de esta novela, sobre todo de las abuelas, fuente de sabiduría y de
sensatez, tronco y sostén de sus familias cuando se ven acuciadas por los
problemas, abuelos que conocieron otros tiempos mucho peores, otras crisis más
profundas, y que supieron ser “pobres con dignidad”, abuelos que
imparten felicidad entre los suyos, tal y como hace la abuela de Carlos, montando
el árbol de navidad en septiembre.
La unión entre
vecinos, familias y amigos, como actitud positiva y necesaria para hacer frente
a la crisis y a los recortes, es la receta para alcanzar pequeñas, pero
importantes victorias, como es el caso de la concentración en defensa del
centro de salud. Por el contario, el aislamiento de personas que no han tenido
suerte y no han sido capaces de relacionarse ni encontrar amparo en la familia
o los amigos, sufren consecuencias fatales.
El miércoles, Antonio bebe, piensa,
bebe, se decide, bebe, se acobarda, bebe, explora las posibilidades que le
quedan, bebe. Tiene cincuenta y seis años, estudios primarios, en toda su vida
sólo ha trabajado como mecánico del metro, hace seis meses que agotó la
prestación de desempleo, es alcohólico, no tiene hijos, ni padres, ni
familiares a su cargo, no conoce a ningún abogado, una vez preguntó por los
subsidios de integración, esos cuatrocientos euros que le dan a tanta gente, y
le dijeron que a él no se los iban a dar ni de coña.
La lectura de la
novela se hace más interesante con el paso de páginas. En los primeros
episodios parece un texto menor en la biografía de la autora, sin embargo, a
medida que los hechos se articulan y las vidas de los personajes se cruzan, el
relato adquiere más solidez, con momentos de indudable intensidad, que se
combinan, a veces, con otros fragmentos más planos, con menor fuerza narrativa.
Manifestación en defensa de la Sanidad pública. - Imagen EFE |
A lo largo de su
carrera, Almudena Grandes ha creado personajes femeninos inolvidables y con
marcados perfiles psicológicos, sin embargo, en Los besos en el pan, es posible que el lector con el paso del
tiempo, margine a los protagonistas de este barrio, aún así, seguirá recordando
que fueron víctimas de una crisis económica, y que muchos de ellos se rebelaron
contra el sinsentido provocado por los otros, los que no aparecen en la
narración. En esta novela no hay ninguna Lulú, ni Malena, ni Sara, ni Raquel,
ni Inés, ni Manolita, pero sí hay un colectivo, un barrio madrileño, que
perdurará en nuestra memoria.
Un año después, si
bien han cambiado algunas cosas, el barrio continúa rebosante de vida y
actividad, algunos vecinos han soportado el envite de la crisis, otros han
participado en acciones vecinales o en iniciativas solidarias. En cualquier
caso, todos tienen un futuro por delante.
…en este
barrio de Madrid que es el suyo, distinto pero semejante a muchos otros barrios
de esta o de cualquier ciudad de España, con sus calles anchas y sus calles
estrechas, con sus casas buenas y sus casas peores, sus plazas, sus árboles,
sus callejones, sus héroes, sus santos, y su crisis a cuestas.
Aquí se quedan sus vecinos, familias completas,
parejas con perro y sin perro, con niños, sin ellos, y personas solas, jóvenes,
maduras, ancianas, españolas, extranjeras, a veces felices y a veces
desgraciadas, casi siempre felices y desgracias a ratos, pero iluminadas ya por
la luz de otro septiembre.
En los últimos años
han aparecido otros autores españoles denunciando la precaria situación
económica. En estos momentos, es muy importante escuchar la voz de los
intelectuales, y necesaria una literatura que se haga eco de la realidad social
del país, de la corrupción, de la crisis y de las desigualdades. Autores como
Pablo Gutiérrez o Pedro Simón han escrito sobre el tema, y el desaparecido
Rafael Chirbes, incluso adivinó con mucha antelación, los peligros de una
sociedad descontrolada.
Los seguidores de la autora madrileña continuarán
atentos a la aparición de la cuarta entrega de los Episodios de una guerra interminable. Almudena Grandes con su
lenguaje ágil, conmovedor y entretenido, y a la vez, crítico e inconformista, se
ha convertido en una voz imprescindible de la literatura española.
Crítica: +José A. Perales
Crítica: +José A. Perales
A mi me ha encantado. Sobre todo porque no recurre a la lágrima fácil ni a la crítica feroz y partidista.
ResponderEliminarAlmudena Grandes, es una autora muy accesible y amena, de ahí su éxito. Y, aunque rebosa sensibilidad, no resulta lacrimógena.
EliminarBuena reseña. Me parece que su autor (no veo la firma por ningún lado) toca todos los aspectos de este relato.
ResponderEliminarA mí la novela me ha gustado bastante, sobre todo porque el tema que expone -la crisis-, tratado como bien dice por otros autores, lo presenta con una calidad literaria superior a la de autores como Marta Sanz o Isaac Rosa y equiparable -con su peculiar estilo cada uno, naturalmente- a la de monstruos literarios como el fallecido recientemente Rafael Chirbes.
Saludos
Investigando, investigando (je, je...) acabo de descubrir quién es el autor de esta interesante reseña. Es José A. Perales, ¿no? Pues de nuevo reitero lo dicho anteriormente: Una reseña excelente que toca todos los aspectos de este relato.
EliminarSaludos
Gracias Juan Carlos, y buena investigación, con las prisas adelanté la publicación de la reseña y…
EliminarEn todo caso, lo importante es la novela, y veo que coincidimos, incluso en los precedentes de otros autores que han tratado el tema de la crisis. Por supuesto, Rafael Chirbes ha sido el que mejor ha retratado la situación social de este país, incluso ha sido el azote de los malos políticos valencianos.
Saludos
Soy seguidora de los Episodios de una guerra interminable y en general de A. Grandes. Una vez màs demuestra su buen hacer y con estas historias de una crisis que creíamos sería más llevadera, nos muestra muchos aspectos que han resultado ser muy reales. De lectura fácil y amena, es muy recomendable mientras quedamos a la espera de la cuarta entrega.
ResponderEliminarEnhorabuena por la amplia reseña!!!!
Soy seguidora de los Episodios de una guerra interminable y en general de A. Grandes. Una vez màs demuestra su buen hacer y con estas historias de una crisis que creíamos sería más llevadera, nos muestra muchos aspectos que han resultado ser muy reales. De lectura fácil y amena, es muy recomendable mientras quedamos a la espera de la cuarta entrega.
ResponderEliminarEnhorabuena por la amplia reseña!!!!
Gracias Cata Loshuertos.
EliminarCompletamente de acuerdo contigo.
Parece que somos muchos los seguidores de Almudena Grandes. En el 2014, en el mismo mes que publicaron “Las tres bodas de Manolita”, ya propuse su lectura en el club, en aquella ocasión no lo conseguí, en esta ha habido más suerte.
Siempre es una gozada leer a la autora de “El corazón helado”
Soy seguidora de Almudena Grandes desde Malena... He leído todo lo que ha escrito y todo me ha gustado mucho. Efectivamente, estaba esperando la cuarta entrega de los episodios y me llevé un poco de desilusión. Esta novela yo creo que ha sido una respuesta de la autora a su compromiso social. Me ha gustado, pero nada que ver con otras novelas suyas.
ResponderEliminarToca todos los temas de la crisis y todos los toca bien. Hice la reseña en mi blog cuando lo leí hace ya varios meses. El único fallo que le veo, y puede que no lo sea, es que los personajes son demasiado buenos y solidarios. Yo creo que la gente real es más egoísta, pero igual esa actitud de los personajes es una lección que la autora quiere darnos, o un soplo de esperanza. Me pareció irreal, pero quizás en un tema tan doloroso, lo real ya se encarga de ponerlo la realidad y las novelas deben poner optimismo. No acabo de tenerlo claro.
Más seguidores de Almudena Grandes. ¿Y qué pasó con “Las edades de Lulú?, ¿no te has animado a leerla, ni siquiera con el paso del tiempo?
EliminarSobre la ausencia de personajes, digamos “malos”, también yo he meditado bastante, porque resulta extraño. No obstante, tenemos al cuñado de Pascual, un corrupto, y hay otro cuñado, que tampoco es sensible a la situación desesperada que atraviesa Antonio, y sin olvidar a la hermana de éste, y a la incomprensión de la directora del colegio con las propuestas de Sofía. Creo que la autora ha querido retratar a las víctimas, los otros, como ya comento en la reseña, no aparecen en la narración, pero el lector intuye su presencia a la vuelta de la esquina, manipulando la situación que atraviesan los protagonistas.
Sobre el tema de la esperanza, ahí disiento algo contigo. Entiendo que Almudena Grandes no ha pretendido reflejar esperanza, sino decepción con una sociedad resignada a su suerte. En la novela, con el asunto de la concentración, se puede decir que se “ha ganado una pequeña batalla”, sin embargo, los chinos siguen en manos de su jefe, Diana Salgado sigue con la incertidumbre del cierre del Centro de Salud, y así el resto de protagonistas; han resistido, sí, pero asumiendo unas condiciones peores a las anteriores de la crisis. Exactamente lo mismo que ha hecho la sociedad, acoplarse a una nueva situación, que resulta mucho más desigual.
También leí Las edades de Lulú, pero después de Malena.
EliminarSí que salen personas egoístas, pero sin puntuales y la prueba es que se pueden enumerar. Yo creo que en la realidad se enumerarian mejor las buenas.
Por supuesto, la autora no va a dar tontas esperanzas porque es una muy buena autora, pero la veo demasiado optimista.
Por cierto, creo que no te he felicitado por la reseña. Me ha gustado mucho.
Un abrazo.
Muchas gracias Rosa. En general, todos estamos bastante de acuerdo con las impresiones sobre "Los besos en el pan", una novela de una autora más que interesante para comentar entre los lectores de este club.
EliminarSaludos.
Como previsto leí El corazón helado. Sólo puedo decir que quizás me volveré seguidora apasionada de Almudena Grandes y que la reseña y los comentarios son muy interesantes también.
ResponderEliminarGracias. Se trata de una autora con una obra muy reconocida, tanto por el público como por la crítica. Una voz más que interesante.
EliminarAntes que nada, como siempre, José A,estupenda reseña!
ResponderEliminarEl libro me ha gustado. No me ha encantado.
La he leído con interés pero me parecía estar leyendo el catálogo novelado de situaciones de la crisis.
Lo bueno: que la autora nos acerca a los personajes de tal manera que parecen ser tu vecino de al lado, y eso los hace creíbles.
Mis personajes favoritos? Los amantes virtuales de la estación de metro, esa mujer a la que nadie miraba y ese hombre que prefiere morir de golpe que seguir haciéndolo lentamente.
Lo que más me ha gustado? Probablemete, el final, ese giro estilístico para englobar el inicio y el fin.
Gracias Ana J., muy amable, como siempre.
EliminarDe acuerdo, no es lo mejor de Almudena Grandes, pero sí una novela necesaria, en parte porque como bien dices, los personajes son muy creíbles, y porque hace mucha falta que alguien nos recuerde la cruda realidad del país y de los españoles, que hay muchos que no se acaban de enterar, que se creen que somos la locomotora de Europa.
En todo caso, creo que la novela tiene sus valores literarios, además de los puramente sociales. Por ejemplo, el barrio, principal protagonista y epicentro donde se cruzan las vidas de estos vecinos tan cercanos. En esta faceta sí que demuestra la autora su valía.
Saludos.
Exactamente esa es mi opinión. Tú lo has dicho muy bien. No es lo mejor, pero es necesario.
EliminarUn saludo.
Exactamente esa es mi opinión. Tú lo has dicho muy bien. No es lo mejor, pero es necesario.
EliminarUn saludo.
Me gustaría leerlo pero tengo tantos pendientes ahora mismo que no sé si podré...
ResponderEliminarExcelente reseña.
¡Nos leemos! :-)
Recomiendo los libros de E. Herrero Martín: http://herreromartin.blogspot.com.es/p/libros.html
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