Título: La chica del tren Autora: Paula Hawkins |
Dos parejas y una
mujer, Rachel, que transita entre ellas. La primera es la formada por
Megan y Scott; la otra es la de Tom y Anna. Tom antes de casarse con
Anna lo estuvo con Rachel que vive en casa de Cathy, una amiga de
colegio. Rachel deseaba tener un hijo y al no conseguirlo mientras
estuvo casada con Tom cae en depresión y se echa en brazos del
alcohol. Por este motivo ha perdido el trabajo, algo que ha ocultado
a su compañera de piso Cathy. Para mantener a ésta en el engaño
todos los días toma el tren como hacia cuando trabajaba. Como
siempre al pasar por delante de las casas donde el tren se detiene
por culpa de un semáforo, Rachel mira el interior de las mismas e
imagina la vida que hacen sus habitantes. En especial se fija en el
n°23 de la calle (ella vivía de casada con Tom en el 15) y allí ve
a un hombre y una mujer (Jess y Jason en su imaginación; Megan y
Scott cuando conozca sus nombres reales). Concretamente un día ve
que Jess / Megan se está besando con un hombre que no es Jason /
Scott.
Comentario
La novela está
escrita en 1ª persona y redactada en forma de diario, concretamente
hay tres diarios que corresponden a cada una de las tres mujeres
protagonistas. La cronología es sucesiva en el caso de los diarios
de Rachel y Anne que se complementan mutuamente sucediéndose en el
tiempo, mientras que el diario de Megan se inicia antes del de Rachel
para que así tengamos noticia de los antecedentes de su historia.
Los tres diarios son lineales en su interior. Su organización es
mañana, tarde, noche y van datados como sucede con estos escritos.
El de Rachel, principal personaje, se inicia el viernes 5 de julio de
2013 y acaba el 10 de septiembre de 2013 si bien en este final hay
más dilación entre unas anotaciones y otras (la anterior es del 18
de agosto de 2013); el diario de Megan comienza un año antes,
concretamente el 16 de mayo de 2012 (este diario tiene más
diferencia entre unas entradas y otras: 14/8/2012 - 16/8/2012 -
20/9/2012 - 25/9/2012 - 2/10/2012 - y así); y el de Anne se inicia
el 20 de julio de 2013 y se entrevera con el de Rachel de manera que
para cambiar de focalización (Rachel - Anna) o para explicar los
sucedidos las anotaciones de uno y otro diarios se suceden
alternándose en las fechas e incluso se duplican éstas a fin de que
nada quede fuera de foco.
La pregunta que me
hago es: ¿esta forma de relato seriado en entradas de diario tiene
alguna ventaja? Yo no veo ninguna. Es más al mantener, como es
lógico, 1a persona narrativa se incurre a veces en reiteración y
hasta en inverosimilitud. Llega a darse el caso de que algunos
personajes llegan a relatar hasta el momento previo al de su
fallecimiento. Pienso por ello que la autora utiliza este recurso
sólo para justificar la sucesión de los acontecimientos, pero no
logra soslayar, pese a tratarse de diarios, su evidente presencia y
su férrea dirección de la narración. ¿Bueno, malo? Pues no lo sé.
A mí en concreto no acaba de gustarme.
La autora Paula Hawkins |
La historia
transcurre en el espacio que recorre una popular línea de
ferrocarril de cercanías, la que va de Ashbury, donde la
protagonista vive acogida por su amiga de instituto Cathy, y la
estación de London Euston. En estos lugares y en especial en
Blenheim Road, en los números 15 y 23 donde viven las parejas de
Anna y Tom, y de Scott y Megan, es donde transcurre la acción.
También, dada la ubicación ferroviaria el subterráneo para salvar
las vías ocupa también un importante espacio en la historia, pues
es en él donde tiene lugar la agresión que sufre Rachel y donde su
mente alcohólica se pierde en su oscuridad.
La narración no
presenta dificultad alguna y usa un léxico en exceso cotidiano sin
figuras y con escasas referencias culturales a nada. En este sentido
hay una alusión a Ted Hughes y Sylvia Plath cuando presenta la
traición de Megan vista por Rachel desde el tren; luego se menciona
a un personaje de una serie de novelas de misterio inglesas para
niños muy populares en Inglaterra (Nancy Drew) y por último hay una
referencia a Ted Bundy, un asesino en serie de mujeres famoso en
Inglaterra durante los
años 40. También , y esto sí que no se
puede pasar por alto, hay una alusión clarísima a “La ventana
indiscreta" de Hitchkock en ese ver quizás el móvil del crimen
desde la ventanilla del tren que pasa lentamente frente a las
ventanas de las viviendas. El tren siempre ha sido un elemento
frecuente en las novelas de suspense.
Un best seller
flojito
Estamos ante un
típico best seller, en mi opinión de no mucha calidad. Todo su
éxito consiste en el ritmo que la novelista, Paula Hawkins, ha
conseguido dar a la narración. Es un ritmo que por momentos atrapa
aunque la previsibilidad en el desarrollo de la trama es tan grande
que el interés decae en seguida.
La autora ha
pretendido llegar a las 400 páginas (el relato alcanza las 492) que
parece es la meta mínima imprescindible de un éxito de ventas. Y lo
logra. Al ritmo se une el thriller que recae en un aparente deshecho
social (Rachel), y el sexo que está muy presente en la vida de todos
los personajes. La autora a la menor pone a los personajes a follar,
y esto me ha parecido algo fuera de lugar a veces.
En cuanto a los
personajes, además de los tres femeninos que tienen cierto
desarrollo psicológico, se nos presenta un abanico de hombres en su
mayoría machistas (Scott y sobre todo Tom) y uno normal aunque algo
lábil en su praxis médica (Kamal). Los polis (la sargento Riley, el
inspector Gaskill) son secundarios que se comportan como tontos que
resuelven poquitas cosas. Todo bastante tópico, ¿no?
Los personajes
En general creo que
los personajes podrían haber estado mejor y más desarrollados. Con
todo estas tres mujeres tienen buenos perfiles psicológicos: Megan
es la mujer que sufrió maltrato en su niñez, se fugó de casa,
madre soltera que entierra a su hija y este sentimiento de culpa lo
arrastrará toda su vida. Rachel es la mujer débil que se queda
colgada de un amor y es una marioneta de este ser; su relación con
el alcohol está muy bien presentada; Anne es casi una fotocopia de
Rachel y está a punto de caer en el mismo pozo de alcoholismo que
ella.
En las tres mujeres
el deseo de maternidad es fortísimo y marca sus vidas: Anna con
Evie, su niña a la que protegerá siempre y por la que será capaz
de hacer cualquier cosa; Megan por sus embarazos que sus parejas no
aceptan y Rachel por su frustración maternal que la precipitará por
el acantilado de la depresión y el alcoholismo.
En cuanto a los dos
hombres principales, Tom es un personaje oscuro que esconde una vida
llena de mentiras, un hombre capaz de mantener una doble vida sin
reparo alguno. Scott es una figura no muy desarrollada; es un ser
algo tonto que apenas si se enteraba de algo.
Lo mejor
Para mí lo más
interesante de esta novela ha sido la presentación del alcoholismo
de Rachel, cómo Paula Hawkins, la autora, muestra esa zona de
penumbra en que se sume la mente de un alcohólico, sus dudas y su
dificultad para dejar la adicción, su constante caída en la
mentira, etc., etc. Este aspecto es sin duda lo más meritorio del
relato.
Conclusión
No me ha gustado
mucho. Creo que el asunto de la persona narrativa no está bien
resuelto y resulta algo inverosímil en ocasiones. Este sería su
peor defecto. Es una novela que entretiene pero en la que no hay que
buscar nada más que eso. Thrillers los hay muchísimo mejores.
Crítica: +Juan Carlos Galan
Me parece que la manipulación que hace Tom sobre Rachel es casi el eje principal; es de una violencia psicológica tremenda que la hace sentir culpable y la hunde más en la depresión y en el alcoholismo. Pero en el fondo ella desconfía. Se lo llega a decir al psiquiatra: "¿Por qué no me siento mal al otro día cuando Tom me recuerda mis horribles comportamientos? Es como si no los hubiera hecho yo", o algo así le dice.
ResponderEliminarUna duda me quedó, tanto con el libro como con la película: Megan se acuesta con el psiquiatra, o no? Me parece que pese a la fuerte atracción que él tiene por ella, cuida su trabajo, su ciudadanía que tanto le habrá costado, y no llegan a tener sexo; y sería un punto de inflexión muy bueno que esta relación tan intensa -tanto que Megan le confía su más doloroso y oscuro secreto- fuera más fuerte que follar. Sería un elemento a favor de la autora que, repito, Megan y el psiquiatra no llegaran a la cama, y que ese abrazo en la terraza tuviera mucho más valor que otra aventura de Megan. Escena importantísima que desencadenó un final esclarecedor, gracias a Raquel y a sus errores, sobre el asesinato de la joven niñera.
No he leído el libro, tampoco he visto la película.
ResponderEliminarMil gracias por tu reseña, Juan Carlos!
Hola, mi punto de vista pasó por fases. Imposible llegar a la página 10. Vi la película y luego volví a la novela. No conozco a la autora, pero ese conocimiento atroz del hombre, no hay uno bueno. Desde el Psiquiatra, ex marido, el marido de la muerta, con una frialdad robótica y maltratadora, con arquetipos de que todo lo que sucede es por culpa de ellas y en todo momento la agresividad está presente, la carencia de humanidad, y por no fastidiar el final no comentaré lo que opino de la protagonista. Pero a destacar es el odio acumulado en ellas, las reacciones tan exacerbadas y comprensibles ante la traición, y la brutalidad.Parece que la escritora hizo catársis.
ResponderEliminarUf!!!!
EliminarTal y como comentas, parece un despropósito de tópicos.
Seguiré sin leerlo
Cuales son los espacios de la chica del tren
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